Los efectos psicológicos del desempleo
Perder un empleo tiene repercusiones que van más allá de la reducción del poder adquisitivo
Para numerosas personas, la crisis económica ha supuesto un auténtico descalabro. En torno a 4.600.000 estaban desempleadas en España en el mes de abril, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Esta cifra supone que más del 20% de los ciudadanos en edad de trabajar está en paro y es el dato numérico de muchos dramas familiares y personales. No sólo se trabaja para ganarse la vida, sino también para lograr el desarrollo personal. Por este motivo, desde la vertiente psicológica, perder el empleo resulta demoledor, incluso aunque los recursos económicos estén asegurados.
Por CLARA BASSI
Qué significa estar parado?
- Imagen: Elena Antúnez -
Cuando se han disparado todas las alarmas por las cifras de personas que permanecen desempleadas en España, cabe reflexionar sobre el malestar psicológico que causa esta situación. En su libro "El impacto psicológico del desempleo", José Buendía, profesor de Psicopatología de la Universidad de Murcia, ahonda en esta cuestión más allá del dato estadístico. Desvela por qué es tan destructivo perder un empleo y defiende la aplicación de soluciones sociales, más allá del subsidio, para aliviar el dolor psicológico de los desempleados.
Síndrome de la invisibilidad
El primer gran impacto del desempleo es el padecimiento del síndrome de la invisibilidad, afirma este psicólogo. Cuando una persona es víctima de este síndrome, siente que "no le ven". "En esta sociedad, a pesar de la crisis, sólo cuenta la productividad, el parecer o el tener", manifiesta Buendía. Los parados vagan por las calles, donde observan cómo los cines, los escaparates, los restaurantes, los cafés o las oficinas funcionan, sin que ellos puedan consumir ni formar parte de ese engranaje productivo que constituye el mercado de trabajo.
El mundo sigue, pero cada vez hay más personas desempleadas y aquejadas por un profundo malestar psicológico, con el agravante de que muchas no se atreven a pedir ayuda por vergüenza o por orgullo.
Para numerosas personas, la crisis económica ha supuesto un auténtico descalabro. En torno a 4.600.000 estaban desempleadas en España en el mes de abril, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Esta cifra supone que más del 20% de los ciudadanos en edad de trabajar está en paro y es el dato numérico de muchos dramas familiares y personales. No sólo se trabaja para ganarse la vida, sino también para lograr el desarrollo personal. Por este motivo, desde la vertiente psicológica, perder el empleo resulta demoledor, incluso aunque los recursos económicos estén asegurados.
Por CLARA BASSI
Qué significa estar parado?
- Imagen: Elena Antúnez -
Cuando se han disparado todas las alarmas por las cifras de personas que permanecen desempleadas en España, cabe reflexionar sobre el malestar psicológico que causa esta situación. En su libro "El impacto psicológico del desempleo", José Buendía, profesor de Psicopatología de la Universidad de Murcia, ahonda en esta cuestión más allá del dato estadístico. Desvela por qué es tan destructivo perder un empleo y defiende la aplicación de soluciones sociales, más allá del subsidio, para aliviar el dolor psicológico de los desempleados.
Síndrome de la invisibilidad
El primer gran impacto del desempleo es el padecimiento del síndrome de la invisibilidad, afirma este psicólogo. Cuando una persona es víctima de este síndrome, siente que "no le ven". "En esta sociedad, a pesar de la crisis, sólo cuenta la productividad, el parecer o el tener", manifiesta Buendía. Los parados vagan por las calles, donde observan cómo los cines, los escaparates, los restaurantes, los cafés o las oficinas funcionan, sin que ellos puedan consumir ni formar parte de ese engranaje productivo que constituye el mercado de trabajo.
El mundo sigue, pero cada vez hay más personas desempleadas y aquejadas por un profundo malestar psicológico, con el agravante de que muchas no se atreven a pedir ayuda por vergüenza o por orgullo.
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